No me hice la oportunidad para ver en vivo el acto por el 25 de Mayo en Buenos Aires, pero sí estuve leyendo crónicas sobre esa tarde frente a la Casa Rosada y quiero rescatar dos párrafos del discurso de CFK. Son dos párrafos que hablan de tolerancia, de respeto, de contemplar la idea del otro, de ese que piensa distinto.
Aplaudo que desde el poder central se hable en estos términos. Más allá que no se lo aplique en la práctica del mismo modo, es saludable cómo está expresado por la presidenta. Lo positivo es que esto puede ser tomado para ponerlo en debate y acción por cualquier vecino de a pie. Por aquel que cree que tiene que defender este modelo, este proyecto que hoy gobierna Argentina, como por quien no está de acuerdo y quiere tener la posibilidad de decirlo sin temor.
"Quiero agradecer a los que sin pensar como nosotros, son respetuosos y tienen ideas diferentes y tienen todo el derecho a tenerlas. Yo solo les pido, no en nombre mío, no en nombre de los que hoy estamos aquí, sino en nombre de los que se fueron, en nombre de sus propios hijos, que sepamos disentir con respeto, sin ofensas, sin descalificaciones, sin agravios, sin injurias, démosle a nuestros hijos una patria mejor, porque ellos también van a vivir al lado de los nuestros, que por favor recreemos todos un clima en el cual las ideas se debatan con altura", cita la transcripción oficial del discurso.
Sin descalificaciones, sin agravios, sin injurias...
Cuántas veces lo de pensar distinto al discurso oficial coloca a una persona en el blanco de -justamente- todas esas acciones que la mandataria pide evitar. Más de uno me dijo que prefiere callar, no decir algunas cosas que piensa, para evitar los conflictos, los escarnios que le devienen. Un breve posteo en una red social -algunas veces mal interpretado- puede desatar un huracán de blasfemias y tachaduras.
"Tenemos la inmensa suerte de una democracia participativa, tenemos la inmensa suerte de una libertad de expresión sin precedentes en la historia argentina, tenemos también y aquí también tengo el derecho a decirlo, somos un Gobierno que también nos hemos hecho cargo del costo político que muchas significa no reprimir a un solo argentino porque corta una calle o porque piensa distinto", agregó en el siguiente párrafo CFK.
Seguramente los Qom de Chaco y Formosa, o los vecinos de Famatina en La Rioja, deben tener algo para comentar sobre esta última parte. Pero creo en la vigencia de la libertad de expresión, construida no solamente a lo largo de los años de permanencia de este gobierno, sino también de los anteriores. Porque es una libertad que no se da ni se quita por decreto o decisión política. Es una libertad que se tiene por ejercicio propio. Por no renunciar a ella. Y yo quiero poder tener siempre la opción en este país de ejercer la libertad de pensar parecido o distinto, como dice la presidenta. Gracias Cristina.
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