Plaza Ocampo, la batalla de los sordos

A juzgar por todos los recursos que ha puesto en juego para defender este proyecto, el accastellismo pareciera jugarse su batalla final en el canje de Plaza Ocampo por un predio deportivo, y permitir que sobre el actual estadio se construya un hotel y centro comercial.

Parece entender también que tienen en frente a un enemigo poderoso, o al menos trata como tal al diputado nacional Jorge Valinotto: Desde el municipio se publican solicitadas a páginas enteras en su contra, otras instituciones aparecen con mensajes similares apoyando el proyecto, salen funcionarios y dirigentes a llenar páginas y minutos con declaraciones al tono.

Valinotto dice que es la gran orquesta dirigida por el intendente Eduardo Accastello que sale a vapulear a quien se le cruce frente a sus proyectos. De sus negocios dice él. Y asegura que en adelante denunciará judicialmente todas las irregularidades que encuentre en el gobierno municipal.

Este martes 26 de marzo se dio algo muy parecido a un diálogo de sordos. Desde su despacho en la calle Mendoza, Valinotto arriesgó que hasta se sumaría a trabajar con Accastello para concretar el predio deportivo, si esto implica buscar una alternativa a vender Plaza Ocampo. Sentados en una de las lujosas salas municipales, tres funcionarios ratificarían que es este gobierno municipal el que impulsa el crecimiento de la ciudad, en este caso a través del predio deportivo.

Por lo que dicen, los dos quieren lo mismo. Pero acusan al otro de buscar algo distinto. Son como sordos discutiendo por señas sin entender que están en algo de acuerdo.

La diferencia está en que los accastellistas dicen que el diputado quiere poner palos en la rueda del progreso, y Valinotto sostiene que lo que quiere Accastello y los suyos es hacer caja con un gran negocio inmobiliario.

El tema ya está en la Justicia por un amparo impulsado por Valinotto. Y la cosa parece que seguirá en esos carriles. El ex radical y hoy juecista presentó una denuncia penal contra el intendente por supuesto abuso de poder y malversación de fondos públicos. Las huestes de Accastello avisaron que estudian denunciar al que quiera impedir o retrasar el proyecto. Todavía no saben cómo y cual sería el daño, según declararon, pero encendieron el alerta.

Por lo dicho y hecho, las partes están dispuestas a ir a fondo con este tema. Es de esperar que no seamos nosotros, los ciudadanos, los que liguemos las esquirlas y tengamos que ocuparnos de juntar los heridos.

1 comentario:

Azcona dijo...

Por el encarnizamiento del oficialismo en defender el proyecto de desgüace del bien público para inaugurar un fenomenal negocio inmobiliario, hay que suponer algo más que la enjundia por el progreso. Hay negocio, porque el mismo poder nos acostumbró a que detrás de cada iniciativa se escondió (aunque no tanto), un negocio con amigos, viejos y nuevos. Desconfiar del poder es empezar a curarse en salud.