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Foto: Lucrecia Valinotti para www.lavoz.com.ar |
Los formalismos del papel daban como opción consignar a una madre y en el mejor de los casos a un “padre desconocido”, pero no a dos madres. “El problema era una ‘y’ que no nos aceptaban poner entre el nombre de las dos”, graficó Valeria a este diario.
Angelina nació el 15 de febrero y vivió cuatro meses sin DNI. Con la firma del acta por parte de sus mamás, pasó a ser de la generación de argentinos que llevarán el 50 millones en su numeración.
Por la tarde, Valeria pudo cumplir también con el trámite de inscribirla en la obra social como parte de su grupo familiar, un derecho al que no podía acceder por no contar con documento.
El abogado del matrimonio, Carlos De Falco, señaló que no se trata en este caso de un padre desconocido, sino de padre anónimo, como es el donante de esperma. Destacó que se pudo llegar a esta resolución sin recurrir a la Justicia, mendiante un recurso por vía administrativa.
En estos cuatro meses se hicieron presentaciones por escrito y reuniones que fueron el camino para encontrar la forma legal adecuada. El abogado contó que una vez que se tuvo la venia del Registro Civil provincial, se pudo completar el trámite como lo quería la pareja.
“Este es un caso testigo para empezar a andar un camino distinto, de cara a la verdadera igualdad”, acotó De Falco. “Si bien es una disposición tomada en una ciudad y el Registro Civil está dividido por provincias, este es un precedente que tendrá su peso en otros lugares y puede ser tomado a nivel nacional”, opinó.
Nota publicada en La Voz del Interior, el 18 de junio de 2011.
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