“¿Y los juguetes?”, le preguntó una niña de no más cinco años a un hombre. “¿Dónde están los ‘fulbos’?” se impacientó otro niño más grandecito. Las preguntas surgieron de un grupo de chicos que asisten a una copa de leche que funciona a pocas cuadras del palco en el hablaba Cristina de Kirchner, en el barrio San Martín.
Un vecino del barrio contó en ese momento que el reclamo de los chicos venía a cuenta de una visita que les hizo tres días antes del acto un alto funcionario municipal. Les regaló dos pelotas de fútbol y prometió que el jueves a las 17 les entregaría muñecas y más balones. Los chicos fueron al acto, justamente previsto para esa hora y día, con la ilusión de recibir los regalos prometidos. Eran las 20.30, el acto estaba por terminar y la presidenta por irse. “¿Y los juguetes?”, seguía preguntando la niña.
2 comentarios:
es una cosa de no creer, los políticos siguen jugando con la ilusión de la gente... pero indigna más cuando esa gente son los mas pequeños... Una vergüenza!
Además, tengo una foto testigo, Cristina le robó la gorra a un chico que fue a saludarla, se la puso y partió. Pero la visita también dejó la polémica entre Eduardo y Raúl que el domingo alcanzó su pico máximo cuando en El Diario se publicaron dos cartas en defensa de estos tipos: una hablaba de la poca ética del intendente y estaba firmada por un tipo que de ética no tiene nada porque para la campaña se dejó hacer un gol con el candidato (estimado arquero manco, cualquiera que haya jugado a la pelota sabe que eso no se hace, no tiene códigos quien se entrega o vende a un rival de esa manera); la otra carta culpaba al peronista demócrata y cristiano de no tener luces, justamente firmada por una de las tantas luminarias quemadas que tiene el gobierno de Eduardo (este chico también se hace el monto gritando traidor, lo que nos remite a Rucci y a Vandor, pero nunca se animó, ni lo hará, a tirar un "chasquiboom", menos aún a sacar los pies del plato del "eduardismo", pero ahí está sin casco). Por último, otra cosita linda que dejó el kirchnerismo en la ciudad fue lo que difundió Mirate: díganle al notero del "Mañanero" que eso no es una entrevista sino un saludo cholulo, que lo suyo no fue olfato sino casualidad, que lo que hace no es periodismo sino publicismo, y que su novia no es rubia. Saludos.
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