
La terapia intensiva del hospital Pasteur de Villa María está saturada. Tiene ocho camas para atender a una población de 70 mil habitantes que, en la región, no cuentan con obra social como para acceder a una clínica privada. Los médicos y enfermeras no dan abasto, y hay pacientes que deben ser derivados hacia hospitales a más de cien kilómetros de distancia por que cuentan con camas suficientes. Así lo cuenta en
esta nota el médico jefe del servicio, Luis Seggiaro.
(Foto: Lucrecia Valinotti para La Voz del Interior)
1 comentario:
bien. Así se hace..
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