Si hay crisis, imposible que no se note. El estado de
las ambulancias del servicio 136 es apenas un botón en medio de una mercería de falencias que sufre el hospital Pasteur y el servicio de salud pública que padece la ciudad de Villa María. Si no fuera por que la gente le pone el pecho, y el hombro, ya nada funcionaría.
Por lo pronto, apareció una nueva especie. Ya no son los correambulancias los que abundan, sino los empujamblancia. Se ha prometido un hospital nuevo. Tenemos apuntada la promesa de campaña. ¿Vendrá con nuevas ambulancias? ¿Se aguantará la gente el abandono y la decisidia hasta que terminen de apilar ladrillos?
[Foto: Darío Galiano / La Voz].
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