Las aplicación de agroquímicos en forma irregular vienen siendo perseguida y su cuestionamiento se instaló ampliamente en la sociedad. El alerta está encendida y los propios aplicadores han tomado nota de que ya nada puede hacerse de cualquier modo y hay que cuidar la salud de las personas y el medio ambiente.
Sin embargo, también está claro que hay quienes siguen como si nada, sintonizados en el país del vale todo, del qué me importa.
Una tarde volvía a Villa María desde Manfredi y me topé en plena ruta nacional 9 con la nube que emanaba una máquina fumigadora autopropulsada. Estaba arrojando agroquímicos sobre la banquina, a plena luz del día, mientras a su lado pasaban por la ruta vehículos de todos tipo. En mi caso iba con el vidrio bajo y absorbí parte de lo que se desprendía de la aplicación.
Tras dar cuenta de lo que me había ocurrido, se pusieron en contacto desde el Ministerio de Agricultura de la Provincia y tomaron intervención en el hecho, como lo cuento en una nota publicada en La Voz del Interior. Ver: Investigan fumigaciones en banquinas.
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