Si fuera por los anuncios realizados el año pasado, durante este mes de abril debería comenzar a funcionar en Villa María la planta de gasificación de residuos para la generación de energía que prometió la empresa Innviron.
Sin embargo, nada se avanzó hasta ahora en la obra que la corporación estadounidense anunció con una inversión de 78 millones de dólares para esta ciudad.
Villa María fue la única ciudad de la provincia donde el proyecto de esta firma para generar energía sobre la base de la basura hizo pie, luego de haber sido rechazado, con marcadas controversias, en Córdoba y Río Cuarto.
Más de 40 municipios, nucleados en el ente regional Eninder, firmaron en agosto del año pasado un acuerdo para enviar su basura a Villa María y poder juntar así parte de las 500 toneladas diarias que Innviron decía que necesitaría para generar 30 megavatios/hora. La puesta en marcha del proyecto anunciado prometía crear 240 puestos de trabajo.
Del acuerdo firmado por el intendente de Villa María, Eduardo Accastello, como presidente de Eninder; el principal ejecutivo de Innviron Corporation, el norteamericano Neill Williams, y el titular de la empresa estatal nacional Enarsa, Exequiel Espinosa, surge que el plazo límite para inaugurar la planta es junio de 2011.
A esta altura –faltan dos meses– no se puso ni un ladrillo. La empresa había señalado que construir la planta le llevaría “entre seis y ocho meses”.
¿Nuevo plazo? En octubre del año pasado, desde Innviron se informó que “en 45 días” empezaban las obras. Hacia fines de diciembre, la Secretaría de Ambiente de la Provincia archivó el expediente, apuntando que no había presentado la documentación necesaria para lograr la autorización para su funcionamiento.
La empresa le restó peso a esa resolución provincial y ahora promete un nuevo plazo.
Jorge Franco, vicepresidente de Innviron Argentina, aseguró ahora que el proyecto sigue adelante y explicó los motivos de la nueva demora: “Es la ampliación de un estudio sobre el tratamiento de los líquidos lixiviados. Lo presentaremos la semana próxima y esperamos la autorización de la Secretaría de Ambiente”, indicó, tras lo que estimó que “a más tardar en 60 días” se iniciará la obra.
Agregó que el informe incluye “abundante papelería” y que implica “la traducción del inglés de 300 mil palabras”, para lo que se deben contratar, cuando menos, a siete traductores oficiales.
Franco ratificó que “todo el proyecto sigue igual” y que, incluso, se agregarán más plantas de transferencia de residuos a las siete previstas en distintas localidades del centro provincial, ya que “cuatro o cinco municipios de otra zona podrían sumarse”.
Desde la Secretaría de Ambiente de la Provincia se dijo oficialmente que “no hubo ninguna presentación posterior” al archivo del expediente, por lo que cualquier trámite “debe empezar desde cero”.
En el municipio también dicen seguir con la expectativa latente de que la planta de gasificación alguna vez se vuelva realidad.
Recolección diferenciada. Mientras tanto, en Villa María hoy se lanza desde el municipio una campaña para instrumentar la recolección diferenciada de residuos en toda la ciudad. La medida fue mejor recibida por los ambientalistas que el proyecto de Innviron.
En un momento se interpretó como que era un signo de que la iniciativa de la gasificación se daba por caída, porque para meter la basura en un horno no hace falta clasificarla ni separarla. Y mucho menos reducir su volumen, cuestión que es eje de los cuestionamientos de sectores ambientalistas.
Sin embargo, en el gobierno local interpretan que no son incompatibles ambas iniciativas y que seguirán por las dos vías.
“En la medida que tengan un estudio de impacto ambiental aprobado por la Provincia, seguimos creyendo que la gasificación es un método que resuelve de manera importante el problema de la basura, los micro basurales y el espacio de enterramiento. Siempre defendimos esa postura”, enfatizó Héctor Muñoz, secretario general y de Obras Públicas del municipio villamariense.
Para el gobierno local, la gasificación de residuos para generar energía “es un método que sirve”, pero insistieron en aclarar que está supeditado a lo que diga Ambiente de la Provincia. Esa repartición provincial está a cargo de Raúl Costa, desde hace años rival interno en el justicialismo villamariense del intendente Eduardo Accastello.
Nota publicada en La Voz del Interior, el 4 de abril de 2011.
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